viernes, 16 de octubre de 2009

Antiparras

Para alguien que hace 15 años hace natación, y que concurre tres veces a la semana a realizar dicho deporte, las antiparras son un accesorio de especial relevancia.

Como con cualquier otro accesorio personal, los parámetros para su elección dependen de cada individuo. En mi caso personal, soy un fana de las antiparras Speedo. Pero ésto no quiere decir que sencillamente vaya y compre el primer par de antiparras que vea.

El primer detalle a tener en cuenta es mi tabique nasal. La distancia entre las órbitas de mis ojos y el borde superior del tabique es muy grande, y el tabique angosto (es decir, soy un narigón). Ésto hace que las antiparras suecas, de dos cuerpos rígidos y muy amadas en nuestro país por muchos nadadores, no se amolden lo suficiente y no sólo me sean incómodas, sino que también es muy fácil que el agua penetre en ellas.

Otra opción son las tipo máscara. Éstas pueden ser o no rígidas. El modelo linkeado es un modelo que actualmente se lo vende dentro de la línea BioFuse: el plástico que conforma el cuerpo es flexible y se amolda muy bien a la cara.
Obviamente por su tamaño no son ideales para la competición, pero sí para un entrenamiento bajo/medio. Dentro de sus pro, permiten una visibilidad muy grande, y suelen ser muy cómodas al contacto. En cuanto a las contras, en éste modelo en particular las correas tienden a aflojarse fácilmente, por lo que después de uno o dos roles en los extremos del natatorio, hay que reajustarlos o sufrir una inundación...

Hace ya ¿casi? 10 años atrás inicié un idilio con una serie de antiparras: las Speedo Futura. Mi primer par vinieron de España, y las obtuve casi de rebote: eran para un amigo mío, que al verlas no le gustaron... y a mi me pasó exactamente lo contrario. Al igual que las mencionadas en el párrafo anterior, su cuerpo se amolda a la superficie de la cara. Son mucho mas pequeñas que una máscara, pero poco mas grande que unas suecas, permitiendo una visual mas que agradable. Ya voy por mi tercer par de Futura: las Futura originales, un par de Futura II y ahora una variación: las Glacier. Éstas son como las futura, pero sus lentes se desplazan hacia los costados, abriendo un poco mas la visual (y, posiblemente, siendo levemente mas hidrodinámicas). El ajuste de las correas me ha resultado excelente en los tres modelos.

Pero la cosa no termina ahí. Otro detalle de tener en cuenta es el color de las lentes. Si uno va a nadar en natatorios cerrados, especialmente en horarios donde se hace necesaria la luz artificial, suelen ser conveniente las lentes transparentes, para aprovechar al máximo la luz.
Si en cambio uno va a entrenar en piletas abiertas (como solía hacer en mis tiempos de nadador de competición en Coronel Suárez), las lentes coloreadas proporcionan un filtro mas que agradable para la luz solar natural, en especial cuando se nada espalda :-)
Y ésto no se trata sólo de cuidar la vista: también hay un tema psicológico. Entrenar con antiparras de lentes coloreadas en ambientes de luz artificial me suele dar la sensación de "bajos ánimos"... es como si todo costara mas.
En mi último par, las Glacier, las lentes son de una coloración celeste bastante leve. Pensé que serían un buen compromiso, pero me equivoqué. Es impresionante la sensación de frío que me dá al usarlas...

1 comentario:

  1. Yo también tengo problemas con las antiparras por la nariz que me tocó.

    Dios libre a los narigones!

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